Lentejas con chorizo

Nunca me ha gustado ese dicho de que si quieres lentejas las comes y si no las dejas. Pero por Dios, ¿cómo las vas a dejar si son un auténtico manjar? Yo también he hecho una rima, ¡ea!

Bromas aparte hay que respetar los gustos de todo el mundo, pero si has hecho clic sobre este plato es porque como a mí, te molan más que a un tonto una tiza. Según la Wikipedia (transcribo, o mejor bueno, copio y pego) “las lentejas con chorizo son una preparación culinaria estofada tradicional de la provincia de Ávila”. Yo no lo sé la verdad, no sé si creerme a pies juntillas todo lo que dice Wikipedia, pero puede ser, así que si algún abulense nos lo puede corroborar sería muy de agradecer. La duda tal vez viene porque es un plato de esos de toda la vida de todos los hogares españoles, o eso creo yo, no? Con chorizo o sin él, con huesos varios, carnes o jamón, viudas con verduras, o qué sé yo, todas las variantes son válidas y típicas en España, en mi casa, en la tuya y seguramente en la de la vecina del quinto. 

Las lentejas son un cultivo antiquísimo del suroeste de Asia (Siria, Turquía e Irak), incluso de A.C. Los egipcios lo consideraban un alimento básico en su dieta y posteriormente lo comenzaron a consumir los griegos y los romanos. Y es que ya se dieron cuenta de todos los beneficios que nos aportaban (además de que su cultivo es muy fácil, que eso también cuenta), y es que tienen poca grasa (no así el chorizo que las acompaña), muchas proteínas vegetales, vitaminas, minerales y fibra.

Venga, dale caña a la lenteja y verás que bien te deja (te prometo que esta era la última rima).

INGREDIENTES: Agua, lenteja pardina (17%), chorizo (10%), cebolla, tomate, pimiento verde, aceite de oliva virgen extra, sal, piparras, ajo, pimentón dulce de La Vera, laurel.

PESO: 400 g