Albóndigas con tomate

Nacidas como receta de aprovechamiento de carne en la Antigua Roma según cuenta la leyenda, este rico plato lo popularizaron los musulmanes en Al-Ándalus. Y es que tanto en la cocina como en la vida, muchas veces lo más sencillo es lo que más triunfa, así que tal vez por eso ha perdurado hasta nuestros días.

Si te consideras un purista albondiguil, o sea de los que defienden hasta la muerte la teoría de que si no son de carne no son albóndigas, a ti va dedicada esta receta con todo mi cariño.

Las albóndigas como sabes se pueden preparar con cualquier salsa que tu imaginación te permita, y más adelante te daremos muestra de ello, pero por el momento vamos a empezar con una receta básica muy de las abuelas, las albóndigas con tomate. Dos texturas, dos sabores que encajan mejor que un boli BIC en una cinta de cassette, y si eres del club de fans de hacer barquitos con el pan… mejor ya compruébalo tú mismo.

INGREDIENTES: Albóndigas de carne (50%) [carne de ternera 70%, carne de cerdo 30%), huevos (HUEVOS), agua, harina de trigo, pan, pan rallado (GLUTEN), (agua, bicarbonato sódico, sal), carcasas de pollo, aceite de oliva virgen extra, cebolla, sal, puerro, zanahoria, pimienta negra, perejil, apio (APIO)], tomate frito [(38%) (tomate (84%), cebolla, azúcar, aceite de oliva virgen extra, sal, ajo, pimienta negra), agua].

PESO: 350 g + GUARNICIÓN: 150 g